En el link de fotos, ese que esta a la derecha que dice mis
fotos, podrán ver una imagen mía de pequeña (1972). Para ese entonces había
racionamiento en Chilito y no se cómo mi mamá había logrado vestirme durante
mis dos años de vida. Según lo que me ha contado, el racionamiento incluía lo
justo, es decir, ella, o cualquier mujer del pueblo, podía comprar la lanita
suficiente para hacer un par de trajes, pero, algo de esa historia no cuadra
con la foto. Tengo puesto un abrigo de buena confección, con zapatitos de
charol, ballerinas blancas importadas ¿se habrán dedicado al contrabando?
¿habrá algún oscuro proveedor en la historia familiar que desconozco? Ah, se me
olvidaba…tenía una chorrera de padrinos y parientes que ponían a disposición de
mi adolescente madre, las mejores ropitas para mi……que diferente sería después
la vida de la monamala, hasta llegar a los días en que solo me gusta vestir de
harapos bien suaves, algodones lavados muchas veces….En fin, lo que me convoca
a abrir la boca es la ropa de guagua. Durante la UP era de contrabando, escasa,
cara, incómoda, como una funda de brocados dura, todavía con reminiscencias de “lulo”,
esos pañales tipo cocoliso, que se usaban para enderezar las piernas
naturalmente chuecas de los lactantes. Para muestra, existían las casas
especializadas en su comercialización, acá en Valparaíso existían Andonie y
Paniagua. Luego viene el golpe y los años neoliberales del dólar a 39 pesos, se
traen miles de prendas de guagua, también caras, que se heredan de hermano a
hermano, piluchos, chambritas, ositos, camisitas de telas de cebolla. Mi propia
madre compraba para cada uno de sus posteriores 4 hijos un pilucho doble cero
para los primeros días como tesoro, y el resto heredados…después el lujo asiático
de los pañales desechables, hoy tan desprestigiados por los ambientalistas, que
propugnan la vuelta al pañal de tela, el desmugrado, el enjabonado, el hervido,
el blanqueado…porque en las parcelas ecológicas de Peñalolén existen nanas que
saben hacer esa pega…mientras que sus hijas adolescentes, llenas de crías en
las poblaciones, botan sin miramientos ambientales los desechables baratos
fiados en el almacén de la esquina, porque saben en su memoria de clase, que si
queda algo de medioambiente limpio, no será para sus hijos………..Así y todo,
durante los recesionados 80 en adelante, las cosas se pusieron mas acomodadas
para las guaguas nacionales. Se dejaron de usar prendas torturantes, como los
asfixiantes beatles de nylon y los picosos pantalones de lanita invernales,
porque lo de las alergias era ya una enfermedad clasificada y no una maña de crío,
se fomentó el uso de prendas holgadas y se desterró el “calzón de goma”, prenda
infernal y hedionda de ule, mas adecuada para una parafilia que para una guagua.
Para los pobres, como nosotros por ese entonces, se podía rastrojear en la ropa
americana, o europea o usada las prendas esenciales para los bebes que no paran
de venir aún en condiciones económicas deplorables y bajo una horrible
dictadura……Actualmente, tener una cría por lo menos en lo de la ropa, abarca
todo el espectro de precios y calidades, se puede comprar un pilucho por 500
pesos en los chinos o por 17.000 en tiendas de marca como koloky (creo que se
escribe asi). Da para todo.
|